Un Centro para reconectar con nuestro interior.

Las fundadoras, Nohemí Muñoz y Edna Bruton, comparten una historia de amistad, superación y pasión. Graduadas como Cirujanas del Alma en la Escuela Espiritual Universal, sus caminos se cruzaron repetidamente en diferentes cursos y experiencias de vida que las llevaron a reconstruirse desde dentro. Ambas atravesaron momentos difíciles y, como describe Edna, aprendieron a transformar sus vidas como se transforma un material reciclado en algo nuevo y valioso.

Edna recuerda con entusiasmo cómo su amor por ser Cirujana del Alma la llevó a ofrecer terapias a domicilio al inicio. Nunca imaginó que algún día tendría un espacio propio para esta labor. Fue entonces cuando Nohemí se unió a este proyecto, y juntas alquilaron un pequeño lugar. Aunque el espacio era modesto, su pasión por servir y la conexión profunda que establecían con las personas atrajeron cada vez a más gente. Este crecimiento natural y no planeado las llevó a expandirse y a dar forma a lo que hoy conocemos como Espacio Divino.

Un Espacio de Amor y Conexión

Espacio Divino es un servicio integral que atiende el cuerpo, la mente y el espíritu. Aquí, las personas no solo encuentran terapias holísticas y psicológicas, sino también un acompañamiento amoroso hacia su propia sanación. Edna enfatiza que su objetivo no es generar dependencia en quienes acuden, sino brindarles herramientas y técnicas que les permitan despertar su ser y sanar por sí mismos.

El proyecto integra aromaterapia, plantas medicinales avaladas científicamente, ejercicios energéticos y más. Todo esto bajo el fundamento de una constante actualización y aprendizaje en herbolaria y sanación holística.

El nombre Espacio Divino refleja su esencia: un lugar donde se encuentra la quietud necesaria para reconectar con uno mismo, abrazarse desde el amor más puro y acceder a esa divinidad que reside en cada ser.

El Significado del Logotipo

El logotipo es un símbolo cargado de significado. Representa una silueta en meditación con las piernas en forma del infinito, un cuerpo que asciende como espiral al universo y tres círculos que simbolizan la triada Padre, Hijo y Espíritu Santo. Los colores violeta y azul evocan la energía femenina y masculina, la transmutación y la esencia pura del Padre.