No estás solo

Si alguna vez te has sentido atrapado en tus pensamientos, sin poder encontrar una salida a ese torbellino de ideas que te invade, no estás solo. Muchas personas experimentan sobrepensamiento y estados de ansiedad que pueden volverse agobiantes, haciéndonos sentir desconectados de nosotros mismos. Pero, ¿qué puedes hacer cuando tu mente no deja de dar vueltas? Hoy te quiero compartir un ejercicio sencillo pero muy efectivo que te ayudará a reducir el sobrepensamiento y la ansiedad.

Busca un espacio para tí

Lo primero que necesitas es buscar un espacio tranquilo. Asegúrate de estar en un lugar alejado de distracciones y de otras personas. Puede ser tu habitación, un rincón en el parque, o cualquier sitio donde te sientas cómodo. Una vez que estés ahí, siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta pero sin tensión. Cierra los ojos por un momento y respira profundamente. Inhala contando hasta cinco, llena tus pulmones de aire y luego exhala lentamente, soltando toda la tensión acumulada. Repite esto un par de veces hasta que sientas que tu cuerpo empieza a relajarse.

Esto es poderoso

Ahora, abre los ojos y fija la vista al frente, en el vacío. No te enfoques en ningún objeto en particular, simplemente mira hacia adelante. El siguiente paso puede parecer curioso, pero es increíblemente poderoso. Trata de hacer viscos. Sí, como cuando cruzamos los ojos ligeramente. Encuentra algún objeto en tu línea de visión y, al hacer viscos, notarás que empiezas a verlo doble.

Este es el momento clave: concéntrate en el espacio que queda en medio de los dos objetos que visualizas. No te preocupes por lo que estás mirando exactamente, solo mantente enfocado en ese punto central, como si estuvieras flotando entre esos dos objetos. Mientras haces esto, te darás cuenta de que, poco a poco, tu mente deja de centrarse en los pensamientos que te invadían. De repente, el sobrepensamiento pierde fuerza y empiezas a sentirte más presente, más en el momento.

Entrena la mente 

Mantén esta concentración durante tres minutos. Es importante hacerlo de manera tranquila, sin forzarte. Si sientes que tu mente comienza a divagar, vuelve tu atención al centro de los dos objetos. Después de tres minutos, toma un descanso breve. Respira profundamente otra vez, cierra los ojos si es necesario, y permítete unos segundos de calma. Luego, repite el ejercicio por otros tres minutos. Descansa y repite el proceso hasta completar cinco ciclos de tres minutos.

Como el ejercicio físico, también es necesario entrenar la mente

A medida que practiques este ejercicio, notarás que tu mente se aquieta y los síntomas de ansiedad comienzan a disminuir. Este ejercicio no solo te ayuda a reducir el sobrepensamiento, sino que también entrena a tu mente para que aprenda a relajarse de manera más rápida y efectiva.

Lo más importante es que seas constante. Cada vez que sientas que la ansiedad te está abrumando o que tu mente no para de pensar, busca ese momento de paz para practicar este ejercicio. Verás cómo tu estado mental mejora con el tiempo.

¿Te animas a probarlo? Cuéntame en los comentarios cómo te sentiste después de hacer este ejercicio y si te ayudó a calmar tu mente. ¡No olvides compartir esta publicación con alguien que creas que también lo necesita!